Creatividad curativa (1998)

«Al hacer arte se abre una caja de Pandora de los secretos que guardamos profundamente. El arte libera el stress como una explosión. La liberación hace que el cuerpo vuelva a alcanzar el equilibrio. Se libera energía, se despierta el espíritu para que resuenen el cuerpo y la mente junto con él.

El arte cura cambiando la fisiología corporal y la actitud mental. La fisiología del cuerpo cambia desde el stress hacia una profunda relajación. Del temor, a la creatividad e inspiración. El arte coloca a la persona en un distinto patrón de onda cerebral. Afecta el sistema nervioso autónomo de la persona, el equilibrio hormonal y los transmisores. Afecta cada célula del cuerpo instantáneamente para crear una fisiología curativa que cambia el sistema inmunológico y el flujo sanguíneo en todos los órganos. Cambia también la percepción que la persona tiene del mundo, su actitud, su estado emocional. Crea esperanza y positividad. Ayuda a resolver las dificultades. Transforma la perspectiva de la persona y su forma de estar en el mundo. Se lleva el temor y lo reemplaza por placer y seguridad. Arte, oración y curación, nos llevan a nuestro mundo interior, mundo de las imágenes y la emoción, las visiones y los sentimientos. Este viaje hacia dentro, hacia el espíritu y el alma es profundamente curativo, porque la curación nos llega desde dentro. Nuestros propios recursos curativos son liberados para permitir que nuestro sistema inmunológico funcione óptimamente.»

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The Creation of Eve
1570/80 Paolo Caliari (Veronese)

 

¿De qué trata?

El libro demuestra con casos reales el potencial que hay en las artes para influir positivamente en nuestra salud y nuestro bienestar.

Un movimiento innovador se está gestando en el campo de la salud. Arte y medicina trabajan juntos con notables resultados. El arte y la curación provienen de una misma fuente, el alma humana.

El sanador interior:

El libro explica la manera de liberar al sanador interior aceptando y siguiendo al artista apasionado y creativo que está dentro de todos. Habla de curarnos a nosotros mismos, a otros o a la tierra, aprovechando la energía creativa que nos genera y nos mantiene vivos. No explica cómo ser un artista, sino cómo ser la persona más creativa que podamos ser. El arte libera su espíritu para que su mente y cuerpo estén en armonía. El arte libera al sistema inmunológico para que trabaje óptimamente.

Oración, arte y curación provienen de la misma fuente: el alma humana. La investigación ha demostrado que quienes oran, hace arte y curan, tienen la misma filosofía, patrón de ondas cerebrales y el mismo estado de conciencia. Podemos auto-curarnos escribiendo poesía, música, etc. Es una nueva técnica médicamente comprobada que fortalece cuerpo, mente y espíritu. Puede ayudar a curar enfermedades como cáncer, sida y depresión.

En lugar de que la enfermedad nos marque límites, nuestro artista puede llevarnos a la libertad y creatividad apasionada. Somos poderosos. Podemos aprovechar la energía creativa dentro de nosotros y por lo tanto podemos influir en lo que pasa en nuestras vidas. Si no necesariamente el mundo exterior, esa energía puede afectar profundamente nuestro mundo interior. Es tonificante sentir la creatividad. Experimentar el fortalecimiento que viene de la capacidad de crear. Ésa es la fuente del cambio de vida. Dejemos que el arte pase a través de nosotros, al mundo exterior. Dejarlo salir y fluir, proviene del amor. Una persona que hace arte, va hasta su centro y libera al sanador interior.

A quién va dirigido el libro:

Aunque no todas las personas pueden curarse con su creatividad, ésta puede ser un puente desde el miedo hasta la belleza. Es para los que están enfermos y no saben qué quieren, pero sienten que les falta algo en su vida. Es para el artista que quiere un significado en su arte. Para los que quieren saber quiénes son.

El arte libera el espíritu para que mente y cuerpo estén en armonía. El arte libera al sistema inmunológico para que trabaje óptimamente.

Técnicas:

a)      «La imaginación o representación guiada de imágenes es una técnica curativa médicamente comprobada que sirve también para fomentar el desarrollo espiritual. Para practicarla: relájese. Permita que su imaginación lo lleve ahí donde quiere ir. Sólo vea lo que aparece ante los ojos de su mente. Exhale lentamente. Respire profundo varias veces y valla a ese lugar mientras exhala lentamente. Deje que su vientre suba y baje mientras respira. Por un instante deje que su corazón se abra. Véalo abrirse como los ojos de la mente, como una flor que se abre, como manos que se abren. Como puertas que se abren. Descanse un momento y deje que esas sensaciones lo lleven más ondo. Ahora imagínese usted mismo o a alguien a quien ama, enfermo o necesitado de amor. Véalo con los ojos de la mente. Permítase ser conmovido por esas imágenes. Sienta las emociones que tiene dentro. Sienta las imágenes de tristeza, amor y curación. Sienta la diferencia entre los 2 espacios: el de tristeza y el de curación. Deje que sus emociones salgan a la superficie. Sienta el dolor. Sienta el amor. Sienta la cración. Ahora viajaremos hacia el arte, la música y la danza. Primero descubrar sus propias imágenes de enfermedad. Vea una célula enferma. Ahora sienta que llega su propio artista sanador. Sienta la presencia de un ser humanitario y bondadoso. Siena una parte suya que emerge de su interior para ayudarlo a curarse. Ahora, en su imaginación, permítase ver una imagen curativa reemplazando su iagen de enfermedad. Puede ser una flor, un gl´bulo blanco dando cuenta de una célula cancerosa, un arcoiris, una escena en un bosque, un ser amado, un maestro. Deje que sus figuras curativas cambien su imagen de enfermedad, que el glóbulo blanco devore la célula cancerosa, que el arcoiris lleve luz a la oscuridad. Deje que ocurra. Si no siente nada, permítase relajarse profundamente y descanse. Ahora tome la imagen de curación y conviértala en arte. En su imaginación, haga una pintura, un poema, una oración, una canción. Tome la imagen de curatición y permítale ser arte. Dése tiempo. Deje que el arte aparezca ante sus ojos. Ahora vea cómo se siente. Sienta su cuerpo mientras hace arte. Sienta su energía y observe su transformación. Sienta su paz y belleza. Deje que las imágenes se incorporen a su conciencia. Sienta la energía en las líneas y puntos, en los sonidos, en el movimiento. Usted es las imágenes curativas que ha producido. Usted es el arcoiris, la luz. Sienta las visiones como poder. Deje que su cuerpo sea el receptor del mensaje de Dios. Por último, deje que la enfermedad lo abandone. Deje que se marchen las imágenes de enfermedad que usted ha invitado para mirar. Deje que se vallan. Deje que fluya y entre la luz, que lo envuelva, que lo rodee. Imagínese a usted mismo y su ser querido, completamente curado. Sienta surgir su poder interior. Sienta fortalecerse su centro. Descanse un momento mientras respira. Ahora abra los ojos, mire alrededor, incorpore a su vida el poder curador del arte y su imaginación. Estará con usted siempre.

La imaginación guiada es una herramienta básica en medicina usada para muchas enfermedades. Es simplemente evocar un hecho o un recuerdo en la imaginación. Cuando usamos la imaginación guiada para curar, podemos imaginar la enfermedad y los mecanismos curativos de nuestro cuerpo. Por ejemplo: las células cancerosas y los glóbulos blancos mientras acaban con ellas.»

b)  La pintura. El arte es una forma de auto-conocimiento a través de la experiencia del dolor personal. Al ver la pintura del dolor, podemos alejarnos del mismo. Es una experiencia tangible de alejamiento del lugar en el que estábamos al pintar las imágenes. En esencia, nos volvemos libres. “Superpuse negativos de las rocas con negativos de Nancy y mi esposa y la tierra se hicieron uno”.

c)      La danza. Hay razas que piensan que la danza libera la energía interna y que ésa es la manera de curar. Durante la danza ritual la temperatura del cuerpo aumenta y una gran energía brota de su interior. No podemos decir que la danza cura, sino que es curativa. La danza curativa es sencillamente una liberación de energía y una transformación.

d)  Tradición budista del arte curativo. La contemplación del arte nos abre la posibilidad de la iluminación. El arte es la forma en que la sabiduría y la felicidad se comunican a los demás. Para que la vida sea arte curativo uno debe vivir cada instante con la intención de curar. Podemos tomar cualquier imagen que creamos que nos curará y meditar en ella.

Las mujeres y la curación por el arte. La mujer de las fuentes:

Podemos imaginar un tiempo lejano, en el que las mujeres se reunían en círculo y cantaban por una de ellas que lloraba una pérdida o bailaban con una mujer que estaba por dar a luz. Las tradiciones de alumbramiento eran ricas en arte. Las comadronas cantaban, enseñaban a cantar a las madres y hacían amuletos para proteger a las parturientas de los peligros. Adornarse el cuerpo, pintarse, tatuarse, hacerse incisiones, forma parte de las antiguas prácticas de curación y de la vida cotidiana de las mujeres. Cada cultura tiene su fuente curativa y una mujer que la cuida. En la antigua historia de la mujer de las fuentes, es verdadera, está registrada en la antropología, historia del arte e historia de las religiones. Además está registrada en la fisiología de nuestro cuerpo: en los recuerdos de haber visto colores en el útero y en los recuerdos de nuestro nacimiento. Las culturas antiguas nos dicen que la mujer de las fuentes está en todas las fuentes hablándonos de los secretos de la tierra. Todas las fuentes están conectadas y la misma mujer nos habla a todos en todas las fuentes. Si uno escucha se puede oír su voz cerca de todas las fuentes: Lourdes en Francia, Tinos en Grecia, son sólo 2 ejemplos de fuentes a donde los peregrinos llegan a curarse. Hay muchas fuentes que la Virgen María ha mostrado a la gente a través de visiones.

El trance creativo:

Cuando uno hace arte, crea un lugar creativo y penetra profundamente en su propio interior donde tiene visiones, ideas o pensamientos. De esas meditaciones internas, uno crea una obra artística. El trance creativo nos lleva al mundo interior donde somos diferentes. Cuando uno pinta, puede pintar las fuerzas curativas; cuando uno baila puede liberar energía curativa; cuando uno escribe puede contar su propia historia de cómo se está curando.

Cómo cura el arte:

El espíritu, la mente y el cuerpo son uno y una imagen artística que proviene del espíritu y es vista por la mente, afecta el cuerpo. En esa visión nos curamos a nosotros mismos con el arte. Cuando experimentamos el arte, los mecanismos de auto-curación de nuestro cuerpo son activados para que logren su máxima actividad. Cuando realizamos arte, nuestro sistema inmunológico se libera y se potencia su funcionamiento, cambia su actitud, mejora su calidad de vida y creemos mejoran sus posibilidades de vencer el cáncer.

Cuando queremos curarnos por el arte tenemos que ver la manera de liberar la energía que sabemos que está dentro de nosotros, desde su centro hacia el resto del cuerpo. Lo contrario implica bloqueos. A veces la tristeza nos impide abrirnos al mundo. Cuando hacemos arte vemos imágenes. La aparición de imágenes implica que se encienden neuronas en distintos lugares del cerebro. Primero, la parte derecha del cerebro (lugar de las imágenes) envía mensajes a las zonas inferiores del cerebro que se conectan con el hipotálamo. Las imágenes artísticas se alojan inicialmente en zonas responsables del pensamiento y de iniciar movimiento muscular. Las descargas de las neuronas provienes tanto de la realización del arte o el movimiento, como del recuerdo del arte o del movimiento. Cuando una persona traduce imágenes mentales en arte a través del movimiento, se produce un alto nivel de concentración. Realizar arte absorbe toda la atención de la persona y la sustrae de las preocupaciones y problemas del exterior. Esto ocurre automáticamente. El arte conecta la mente con el cuerpo. Cambia las células y ayuda a curar. Lo hace en 3 pasos:

1) se crea una obra.

2) Se envía un mensaje a las células mediante un impulso nervioso, una hormona o un neuro-transmisor.

3) Las células se activan devorando las células cancerosas, enviando sangre a la zona enferma o relajando o tensando.

Ahora sabemos que cuando la mente forma una imagen o el cuerpo hace arte, se produce la fisiología de la curación en cada célula, fluyendo el sistema inmunológico. La metáfora más simple para expresar el modo en que el arte cura, es decir que hace fluir nuestra energía curativa. La imagen es vista por el espíritu, que se eleva, ya que se experimentan sensaciones de paz, regocijo, la actitud se vuelve optimista. Vuelve a su hogar, se une con la profunda fuente y la energía se libera como un torrente o cascada. El hecho de volver a casa libera energía. Hacer arte lo coloca a uno ahí por sí mismo.

Al hacer arte se abre una caja de Pandora de los secretos que guardamos profundamente. El arte libera el stress como una explosión. La liberación hace que el cuerpo vuelva a alcanzar el equilibrio. Se libera energía, se despierta el espíritu para que resuenen el cuerpo y la mente junto con él.

El arte cura cambiando la fisiología corporal y la actitud mental. La fisiología del cuerpo cambia desde el stress hacia una profunda relajación. Del temor, a la creatividad e inspiración. El arte coloca a la persona en un distinto patrón de onda cerebral. Afecta el sistema nervioso autónomo de la persona, el equilibrio hormonal y los transmisores. Afecta cada célula del cuerpo instantáneamente para crear una fisiología curativa que cambia el sistema inmunológico y el flujo sanguíneo en todos los órganos. Cambia también la percepción que la persona tiene del mundo, su actitud, su estado emocional. Crea esperanza y positividad. Ayuda a resolver las dificultades. Transforma la perspectiva de la persona y su forma de estar en el mundo. Se lleva el temor y lo reemplaza por placer y seguridad. Arte, oración y curación, nos llevan a nuestro mundo interior, mundo de las imágenes y la emoción, las visiones y los sentimientos. Este viaje hacia dentro, hacia el espíritu y el alma es profundamente curativo, porque la curación nos llega desde dentro. Nuestros propios recursos curativos son liberados para permitir que nuestro sistema inmunológico funcione óptimamente.

Diferencia entre sanar y curar:

A veces no es posible curar una enfermedad pero es posible sanar la totalidad de la vida de la persona de manera que pueda sentirse completa y conectada con la vida hasta el momento de morir.

El arte incrementa la calidad de vida tan notoriamente que sana, incluso si no siempre cura.

Ejercicios prácticos:

  • «Este ejercicio nos llevará a nuestro interior profundo, al sitio donde surgen las imágenes, donde hacemos arte, donde curamos. Cierre los ojos sin hablar. Concéntrese. Respire despacio y profundo. Relájese Agradezca en las fuerzas que usted cree. Ore por lo que usted necesita. Permítase entrar en su imaginación. Su mente lo llevará con su imaginación, donde necesite estar. Imagínese estar viajando hacia su interior, escribiendo una espiral sagrada. La espiral es muy antigua. Tiene antiguos recuerdos de nuestro nacimiento y renacimiento. Cuando nacemos, todos giramos hacia la espiral y bajamos hacia la luz. Cuando morimos, todos giramos en la espiral y ascendemos hacia la luz. Estodo lo mismo. Todo profundo en nuestros recuerdos. En nuestras almas. En mitología, la espiral es el movimiento para llegar al centro de toda energía. Está en las estrellas, en la luz, en la galaxia, en las conchas marinas. Ahora sienta su cuerpo como hecho de energía y movimiento. Dentro de él puede ver colores y círculos fluidos en movimiento. Las hay pequeñas en las células, más grandes en los órganos. Son belleza de nuestro interios. Mire y sienta las espirales de su cuerpo, uniéndose unas con otras. Mire y sienta sus espirales y las de sus seres queridos. Vea cómo sus espirales tocan a sus seres amados. Los vórtices dentro de todos nosotros están en constante movimiento, interactuando con el medio ambiente. Todos nacimos en la espiral sagrada y giramos eternamente en el tiempo y el espacio, como la tierra gira alrededor del Sol. Giramos en órbitas de espacio y tiempo. El movimiento universal está dentro y fuera de nosotros. Es contracción y expansión. Inhalación y exhalación. La espiral va más allá del tiempo y el espacio ordinarios. Al internarse en espiral hacia un lugar interior más profundo, atravesará una membrana para alcanzar el centro de su propio corazón. Sentirá el latido del universo desde el centro mismo de su persona y comprenderá que usted está interconectado con todo. En el centro de su corazón está la fuente del amor, la pasión y el deseo. Es el lugar que se comparte con los demás, donde no hay pensamientos ni emociones. Es el lugar sagrado, la fuente de su vida y el lugar donde usted es uno y su creador. Usted está ahora dentro de la membrana, ese espacio entre el mundo interior y exterior. La membrana es una metáfora del paso del mundo interior al exterior. En nuestro cuerpo la membrana es la bolsa que encierra el líquido amniótico antes del nacimiento. Es como un velo. En un momento dado, la vida surge por la membrana. Usted está ahora en el otro lado de la membrana, dentro de su corazón, en el mundo interor que es espíritu sin forma. Su fuente de creatividad. Usted siempre puede acceder al lugar que está en su interior, a través de su arte. Usted está adentro de la membrana en un lugar donde es totalmente libre. Cuando vuelva de esta imaginación, irá a su experiencia viva, al lugar de las cosas tangibles. Éste es el momento a partir del cual comenzará a ponerse bien. Ahora descanse, tome conciencia de su respiración. Haga una pausa, un momento de animación suspendida, un momento en que usted no está respirando en realidad. Usted simplemente es. Valla a ese espacio con la intención de curarse. Diga para sus adentros: estoy partiendo de este lugar, con la intención de hacer lo que siempre quise hacer en mi vida. Esa es una plegaria. En ese momento usted pasa a ser uno con su creador, uno con su fuente y entonces comience a respirar. Inhale y exhale para entrar a otra dimensión. El proceso es la senda, ahora usted está en la senda. El arte es la vía. Todo lo que era el inconsciente es ahora consciente y usted puede ver profundamente que hay una sabiduría y una verdad en lo que está haciendo en su creación. Usted deja ahora al artista apasionado. Usted es creativo. Lo importante es tener fe en su propia creatividad. El artista es la senda que lleva al sanador.

Todo proceso curativo puede verse mentalmente de manera metafórica, como un viaje por una espiral sagrada. La espiral hacia abajo puede imaginarse como un sendero concéntrico de creatividad. Las espirales son fuerzas concéntricas que nos conducen al interior de nuestra energía creativa. Cuando alcanzamos el centro de estas espirales, llegamos al centro de nuestro corazón donde estamos profundamente conectados con el mundo y se abre un ojo interior consciente y testigo. Desde el centro de nuestro espíritu experimentamos nuestra conexión interior. A medida que el arte sale, uno ve cómo todo aflora y somos como todo el resto. Se trata de un nacimiento. Usted está dando a luz el arte, que es una ofrenda que lo cura porque surge directamente desde el centro de su corazón.

Primero los pacientes deben imaginar con el mayor detalle posible, qué aspecto tiene su enfermedad. Después deben imaginar que pueden hacer los recursos corporales con la enfermedad visualizada. Después, se estimula a los pacientes a que permitan la formación de imágenes metafóricas: hombrecillos, perros, o una luz blanca que estalla y se traga la oscuridad. Finalmente los pacientes pueden retener una imagen programada en la mente: pueden verse curados, fuertes y seguros. Así, el arte curativo puede ser usado por el paciente.

  • Antes de hacer arte curativo, tómese su tiempo para encontrar su centro y decir una oración que le de el propósito de curarse a usted mismo, a otro o a la tierra. Cada artista tiene su propio ritual. Impóngase una rutina de hacer arte todos los días. Basta con media hora. Diga una oración para que su creatividad divina fluya a través de usted. Propóngase firmemente curarse con el arte. Sienta su amor que lo envuelve. Sienta el poder de Dios que surge de arte, sea compasivo con usted mismo. Para relajarse, escuche música. El arte es una meditación, así que busque mágenes de luz y belleza. Compartir su arte es su acto de amor. Es así como se cura a usted, a los demás y al mundo. Esta visión del arte es totalmente distinta a la de las galerías que venden arte a los coleccionistas.»

Muchos artistas sanadores ven que lo más importante que hacen es atravesar una membrana, ir a un lugar de belleza dentro de ellos mismos.

Es hermoso e importante colgar el arte que uno hace, de modo que vivamos con él. Se da un proceso importante cuando vivimos con nuestras  imágenes, ya que nos cuentan la historia de nuestra curación, momento a momento. Tenemos la oportunidad de permitir que nuestras imágenes vivan con nosotros y de dejar que nos cuenten historias. Al colgar esas pinturas que para nosotros tienen un significado especial, transformamos nuestro hogar en un entorno curativo. Pueden ser obras propias o ajenas. Contemplar imágenes artísticas no es una distracción, es algo que lleva a uno a un lugar meditativo y sanador. Ir a un museo nos puede brindar ricas experiencias. Si necesitamos energía, podemos mirar imágenes fuertes. Si necesitamos relajarnos, observemos imágenes más suaves. Cualquier cosa que resuene con nosotros en el centro de nuestro cuerpo, que estimule nuestra imaginación, puede resultar sanadora.

Cómo curarse con el movimiento:

«La bailarina residente lo invitará a bailar. Cuando lea este capítulo, aproveche las oportunidades que le brinda su vida cotidiana para sentir la gracia y belleza de su cuerpo al moverse en el espacio y el tiempo. Su vida se convertirá en una danza. La bailarina entra caminando graciosamente en el cuarto del paciente. Es exactamente cómo uno imaginaría una bailarina. Etérea. Entra en el mundo estéril y mecánico de una unidad de terapia intensiva. En la cama de sábanas blancas, el niño se agita, aislado, débil y enfermo. Se desliza hacia él y le pregunta si le gustaría oir su música preferida. Ella va a bailar con él. Él hace una pausa, sorprendido por esa insólita propuesta pero siente curiosidad. Tiene un anhelo de vida, de ligereza, de curarse. La mira, tal vez sea cierto. Tal vez ella baile. Y baila entre los monitores y los tubos que conducen su medicación. En este cuarto de hospital, atiborrado de la maquinaria médica de estos tiempos, ella baila y poco a poco el niño siente el movimiento. Bienvenido, dice ella, mientras se mueve suavemente como la niebla. Soy Jill, soy bailarina y he venido para bailar contigo. Jill Sonke Henderson es la bailarina residente en el Shands Hospital. Trabaja en el programa de arte en medicina de la Universidad de Florida y es la fundadora y directora del programa Danza por la Vida de la Universidad de Florida. Es una de las más importantes bailarinas sanadoras.

Cómo cura la danza. Con el movimiento. Con cada movimiento uno incorpora el fuego creativo. Durante la danza, el cuerpo tiene vida propia. El bailarín dentro de nosotros, es el seductor que crea una espiral curativa en torno a nosotros. Si nos sentimos suficientemente seducidos, entramos en el movimiento de la danza y nos volvemos parte del movimiento curativo. Bailar cura, llevándonos en espiral hacia nuestro interior a un centro en el que se liberan las tensiones y hay libertad y espacio. Bailar es tomar el control del fuego que arde en el estómago y produce todos nuestros movimientos.

Anna Halprim es la abuela de la danza curativa y una de las pioneras estelares en el campo de arte y curación.

Cada parte del cuerpo tiene su propia mitología y dentro de esa mitología hay una emoción y una imagen básicas. Use bufandas para mover el aire en movimientos ondulantes o para simular el agua. Vaya al lugar de donde surge la emoción con el movimiento. Baile símbolos, un animal, un árbol o una roca, una imagen o un sentimiento. Métase muy adentro en su cuerpo. Use imágenes en la danza. Baile para conectarse con su alma.»

Cómo curarse con el sonido:

La música alivia el stress, levanta el ánimo, reduce el dolor… promueve la curación. La música es la fuerza curativa más poderosa. Tiene vibraciones que cambian cada célula del cuerpo. El cuerpo recoge el sonido por medio de los oídos y el resto de nuestro cuerpo recoge las vibraciones en cada molécula de cada célula. La voz es poderosa. Podemos cambiar todo nuestro estado emocional de la ira al amor. El sonido es una manera de crear curación vibracional y de llevar amor a nuestro propio cuerpo. Uno puede usar la voz como un vehículo para amarse. Cantar, canturrear, tararear. La música está dentro de uno, vibrando y cambiando los patrones moleculares de las células.

Hay música curativa en los sonidos naturales, en las olas, en la tierra, la lluvia, el aire. Dejemos que esas vibraciones se hundan en cada célula de nuestro cuerpo. Porque estando dentro del sonido, uno puede tranquilizar el cuerpo. Si uno está enfermo, es muy efectivo ponerse en el centro de un círculo de personas que cantan. La oración, los mantras, las afirmaciones, son vehículos que nos colocan en un estado curativo, donde el deseo curativo puede obrar sin obstáculos.

El silencio es el sonido del no sonido y también es curativo. Hay silencios en todas y cada una de las formas del arte. Es la pausa que existe en todo proceso.

Obras de arte reseñadas reseñadas en el libro:

  • Beginnings, de Carol Levy. Representa una espiral hacia el despertar de la conciencia.
  •  The Grail, de Nick Gadvois. Representa la unidad de cuerpo, mente y espíritu.
  • Los lirios de Monet son tan tranquilizadores que mucha gente enferma se sienta y medita frente a la pintura durante horas. Esta pintura coloca a los espectadores en un estado de profunda relajación en el lugar del espíritu de Monet, en el lugar del agua, la luz y el color, en el lugar de la intensa belleza y la armonía.

Citas:

·        Es hora de hacer algo diferente con su rabia y su dolor.

·        No se aísle. La gente es fuente de inspiración al hacer arte.

·    Tome los 100 dólares que le daría a un terapeuta y haga una citaconsigo mismo para pintar.

Notas:

  • Mandala = imagen circular en cierta forma geométrica. Se han usado a lo largo de la historia para la meditación y el equilibrio.
  • Chamanismo = práctica cultural en la que una persona entra en otro mundo, que los psicólogos consideran mundo interior, o la imaginación del individuo y ve espíritus, dioses o fuerzas. Los maneja para curar y liberar a la persona.
  • Las culturas egipcia y sumeria creían profundamente que las imágenes mentales influían en la realidad exterior. La filosofía hermética creía que una imagen real se hacía real en el mundo exterior si se la acompañaba con plegarias y que el arte ayudaba a hacer más vivas y reales las plegarias.
  • La física cuántica cree que la interconexión de todas las cosas va desde un extremo del universo al otro. Cuando una mariposa mueve las alas en Tailandia, algo cambia en Nueva York. Ello es contrario a los principios de realidad cartesianos que básicamente afirman que la causa y el efecto son independentes del observador, que la materia, energía, tiempo y espacio no se afectan entre sí y que cuando algo se mueve es independiente de todo el resto. En el mundo de la física cuántica, la luz se dobla cuando el observador se mueve, la materia se vuelve energía, el tiempo cambia a medida que nos acercamos a la velocidad de la luz y una partícula afecta a todas las otras. Descartes formuló la teoría de que la mente y el cuerpo están separados y el espíritu es algo completamente distinto.
  • http://www.artashealing.org

Veredicto:

GRACIAS a los autores por compartir estos descubrimientos. Valiosísimo documento. Ojalá todos los lectores sepan aprovecharlo.